Esto lo hemos oído varias veces : «Los líquidos para vapear de los cigarrillos electrónicos están disponibles en sabores como golosinas, natillas, etc.. y engancharán a jóvenes inocentes en la adicción a la nicotina y entonces podrían convertirse en fumadores.»
Esta afirmación es confusa y contradictoria, puesto que si lo que les atrae son los sabores o aromas, el resto de componentes, como las bases para vapear o la nicotina, y por tanto, su adicción no entran en la ecuación.
La realidad es que los sabores de los líquidos de vapeo no busca atraer a algunos adolescentes, el principal atractivo del los e-liquid en sí mismos es resultar agradables a los fumadores adultos y los sabores simplemente hacen que vapear resulte más agradable.
Un nuevo estudio ha intentado resolver el debate de si los aromas de los e-liquid atraen a adolescentes y encontró que los sabores de los líquidos para vapear no atraen a los adolescentes no fumadores. Aunque está demostrado que pocos jóvenes no fumadores prueban el cigarro electrónico, la duda es si estos sabores agradables les incitan a intentarlo.
Veamos los preliminares
- 216 adolescentes no fumadores y 432 fumadores adultos fueron encuestados sobre su interés en probar cigarros electrónicos, bebidas y helados de sabores específicos, puntuando su interés de 0 a 10.
- Los fumadores adultos estaban más interesados en probar cigarrillos electrónicos que los adolescentes no fumadores, pero ambos grupos tenían un limitado interés.
- El interés en probar cigarros electrónicos variaba significativamente según el sabor de los e-líquidos para los fumadores adultos, pero no para los adolescentes no fumadores. Para los adolescentes, la puntuación media de interés fue de 0.41!!!!!, y el sabor más atractivo (whisky escocés 🙂 ) sólo anotó un promedio de 0.52 sobre 10.
- los adolescentes estaban mucho más interesados en los mismos sabores en forma de helado o bebida, lo que sugiere que el producto afecta al interés general más que el propio sabor.
- Los adultos que habían vapeado recientemente estaban más interesados en sabores y mostraron mayor variación en su interés por vapear según el aroma probado.
- Sólo los adolescentes no fumadores que nunca vapearon fueron entrevistados, para hacer que los aromas o sabores de los e-líquidos fueran un factor más determinante en el estudio.
- En términos generales, el estudio claramente niega la idea de que sabores específicos atraen a los adolescentes no fumadores al vapeo.
- Todos los sabores fueron probados con la misma base de PG/VG.
El resultado
El interés en probar cigarrillos electrónicos es bajo, con una puntuación media (en la escala de 0 a 10) de 1.73 para fumadores adultos y 0,41 para no fumadores adolescentes. Para los adultos, sus calificaciones variaban más dependiendo del sabor que en los adolescentes, con notas que van desde 1.01 a 3.49 y la mayor parte eran de sabores a tabaco clásico, frente entre 0,16 y 0.52 en los adolescentes (el que peor nota sacó fue el de tabaco negro). En definitiva, el sabor importaba mucho más a los adultos fumadores que a los adolescentes.
¿Sabores para adolescentes?
Para los sabores como golosinas y dulces, los resultados fueron claros en los adolescentes no fumadores, siendo el de algodón de azúcar el aroma más atractivo, pero todavía menos que el de tabaco clásico o a whisky de Malta escocés. Tengamos en cuenta,sin embargo, que el «interés real» era todavía pequeño – un máximo de 0,52 en una escala de 0a 10, donde 0 indica que no hay interés en absoluto.
Cuando los mismos sabores (salvo las opciones de tabaco) fueron proporcionados mediante un helado o bebida, el interés de los adultos fumadores y jóvenes no fumadores era mucho mayor de lo que era para los e-líquidos. En el caso de los adolescentes las bebidas subían a 2.58 y el helado a 4.06, cifras superiores a las correspondientes calificaciones dadas por los adultos.
En helados y bebidas, el interés de los adolescentes varió significativamente según el sabor. Esto sugiere claramente en un mayor interés por el producto que por el sabor en sí, un adolescente no decidirá probar los cigarros electrónicos y los líquidos para vapear sólo porque es de aroma a gominola, pero podría hacerlo en el caso de un helado.
Como era de esperar, los fumadores adultos que habían probado los cigarrillos electrónicos estaban más interesados en los aromas y sabores, independientemente de las bases utilizadas en las mezclas. Generalmente, mentol y tabaco clásico fueron los más atractivos.
¿Son buenas noticias?
El hallazgo es ciertamente una buena noticia para los defensores del cigarrillo electrónico, pero el resultado es un tanto inesperado lo cual significa que deberíamos ser cautelosos antes de sacar conclusiones firmes. El problema más obvio es el hecho de que los adolescentes no fumadores fueron comparados con los adultos fumadores, en lugar de adolescentes vapeadores o adultos no fumadores. Los grupos eran muy diferentes uno del otro, en definitiva.
Dicho esto, el objetivo del estudio tenía que observar el impacto que tiene el aroma o sabor de un líquido para vapear, en el interés de los adolescentes no fumadores, intentando aclarar las alarmas de que jóvenes no fumadores pueden ser atraídos al vapeo por los sabores de los líquidos y de aquí caer enganchados a la nicotina, lo cual los llevaría a convertirlos en fumadores.
Es decir, todo lo contrario del objetivo del vapeo, cuyo objetivo es el contrario, ser un sustitutivo del tabaco. Básicamente, el estudio no puede decir que los sabores no son una razón para que ningún adolescente se sienta atraido por el vapeo, pero hace un buen trabajo en demostrar que el interés por vapear no es generado por sabores de líquido específicos, si lo fuera, el sabor a fresa, por ejemplo, tendría puntuaciones más altas que el tabaco o mentol, como paso con las bebidas o el helado, pero no es así.
Conclusión – Los e-líquidos no empujan a los adolescentes a fumar.
Cada vez más estudios rompen mitos sobre el cigarro electrónico. No existen sabores mágicos para atrapar a jóvenes, se ha demostrado que el cigarro electrónico no es una puerta a fumar, pero si lo contrario.