El cigarrillo electrónico es un dispositivo compuesto por tres elementos básicos: la batería, el atomizador o claromizador y el cartucho. Cada una de estas partes desempeña una misión fundamental a la hora de vapear, por ello conviene llevar un mantenimiento exhaustivo que mantenga nuestro dispositivo en perfectas condiciones.
El uso diario de los cigarrillos electrónicos hace que estos con el paso de los días se vayan deteriorando, ensuciando y, es posible por ende que esta suciedad influya en su correcto funcionamiento. Resulta evidente la necesidad de llevar a rajatabla el mantenimiento del cigarrillo electrónico, que como puede verse va más allá del mero hecho de presentar un buen aspecto. Cuando no se realiza un seguimiento, el sabor y el vapor pueden verse alterados. Entonces, el sabor empieza a deteriorarse y la producción del vapor comienza también a decaer.
En este sentido, tan importante es escoger un buen cigarrillo electrónico en una tienda especializada que cuente con personal cualificado como practicar un seguimiento de uso de nuestro aparato que pase por cuidarlo, protegerlo y limpiarlo.
En lo que concierne a esto último, sería conveniente realizar una limpieza de las conexiones eléctricas, las roscas y las boquillas. Hay que tener en consideración que es normal que a veces se produzcan escapes del e-líquido que pueden suponer un daño para tu cigarrillo; de ahí la importancia de limpiarlo.
Es preciso también ejecutar la limpieza de los consumibles, ya sea con agua templada o con vodka. Para limpiar el claromizador primero hay que saber si se puede desmontar o no. ¿Cuándo cambiarlo? Pues cuando cambiemos de sabor, para que no se nos queden restos del sabor anterior, cuando la producción de vapor se reduzca y cuando el sabor empiece a ser peor.
Limpiarlos es muy fácil. Basta con desmontarlos y sumergirlos en el agua o en el vodka y dejarlos secar. Es importante que sepas que en ningún caso se recomienda usar bebidas con azúcares ni alcohol puro para proceder a su limpieza.
Cuando la resistencia se pone oscura por los restos que se van quedando, el rendimiento empeora; por ello, hay que hacer lo que se conoce como dry-burn, es decir, se limpia la resistencia aplicándole calor con la batería, haciendo varias pulsaciones sin líquido en el atomizador.
Como puedes ver, no es nada del otro mundo. De todas formas, si tienes cualquier duda, ¡ya sabes que puedes contar con nosotros! Somos especialistas en cigarrillos electrónicos y estamos aquí para ayudarte.