¿Funciona el cigarrillo electrónico para dejar de fumar? - iVapeo

  • 0
  • enero 04, 2018
dejar fumar cigarrillos electronicos
5/5 - (5 votos)

Desde hace tiempo se viene cuestionando si el uso del cigarrillo electrónico realmente ayuda a dejar de fumar. Pero otra de las cuestiones que más ha dado de que hablar, es la toxicidad del aparato. Multitud de médicos, especialistas, e incluso las autoridades sanitarias de diversos países se han pronunciado al respecto. Pero como es habitual, no se ponen de acuerdo.

Sin embargo, las ventas del cigarrillo electrónico siguen en aumento. Incluso en países de Sudamérica se ha prohibido su venta desde hace años, pero este producto se ha impuesto en el mercado como la mejor alternativa a la hora de abandonar la adicción.

Según la OMS, la organización mundial de la salud, no hay un veredicto firme sobre si existen riesgos de utilizar el cigarrillo electrónico. Es por esta razón que diferentes especialistas se han puesto manos a la obra y, mediante diversos estudios, no sólo han demostrado que no es tóxico, sino que realmente es una alternativa altamente fiable para dejar de fumar.

Qué es el cigarrillo electrónico

Empecemos por comprender en consiste el producto. También llamado vapeador o ecig, el cigarrillo electrónico es un dispositivo de forma similar al cigarrillo convencional que cumple las funciones del tabaco tradicional, pero sin contener las sustancias tóxicas que contiene el tabaco.

Es un aparato que se compone de dos piezas, la batería y el atomizador. La batería es recargable y es lo que hace que funcione el aparato. El atomizador es la parte que se encarga de transformar el líquido en vapor.

Pero la característica más importante del vapeador es que la cantidad de nicotina es variable, hasta el punto de fumar sin nicotina. Al no contener las sustancias tóxicas que el cigarrillo tradicional contiene, el vapeador es la alternativa por antonomasia para dejar de fumar, incluso para personas que son incapaces de abandonar con otros métodos.

Y es que este aparato electrónico ha cambiado la forma de pensar y de fumar de muchos. Cuando un fumador decide dejar de fumar, el vapeador le ayuda a reducir las cantidades de nicotina al ritmo que éste desee, sin pasar por el traumático abandono del hábito y todo lo que este conlleva.

El hecho de poder realizar los mismos movimientos que cuando se fuma un cigarrillo tradicional, hace que el consumidor no se estrese en el proceso de dejar de fumar. Incluso cuando aún no se ha abandonado el cigarrillo tradicional, está demostrado que el consumidor de tabaco habitual reduce considerablemente el consumo.

Tabaquismo y cigarrillo electrónico

El consumo de tabaco es la mayor causa de muerte prevenible del mundo. Es el causante del cáncer, en especial del pulmón, riñones, páncreas, vejiga y de patologías cardiovasculares. Pero no sólo afecta a los consumidores, sino que, además de las devastadoras consecuencias sanitarias, es el causante de consecuencias médicas en los fumadores pasivos, es decir, todos aquellos que estén expuestos al humo que genera, incluido el medio ambiente.

El cigarrillo electrónico, por su parte, no contiene tabaco y no causa las enfermedades anteriormente mencionadas. Además, incentiva al fumador a abandonar el producto que sí provoca esas enfermedades.

Con todo esto podemos afirmar que los efectos en la salud generados por el tabaco tradicional no los produce el cigarrillo electrónico. El tabaco tradicional es tóxico por la combustión y por el humo en mayor medida. El cigarrillo electrónico ni contiene tabaco, ni produce combustión alguna.

El cigarrillo electrónico facilita el cese del consumo de tabaco, proporciona apoyo psicológico por sus características en cuanto al estímulo. Además, ofrece la posibilidad de graduar la nicotina para terminar fumando únicamente vapor y, por ende, abandonar el hábito.

Los cartuchos que vaporiza el eliquido pueden contener cantidades variables de nicotina, aceites esenciales de tabaco, sustancias aromatizantes, propilenglicol, glicerol y otras sustancias. Actualmente, la industria utiliza Glicerina Vegetal o Glicerol en vez de propilenglicol. Aun así el propilenglicol no es una sustancia tóxica para el cuerpo humano.
Existen diversos estudios científicos que demuestran que el uso del cigarrillo electrónico facilita el proceso de abandono del tabaquismo y que no tiene efectos nocivos en la salud de los usuarios. Además, no existe la posibilidad de inhalar humo de segunda mano, es decir, el tabaquismo pasivo, lo cual propicia el fin de la muerte de los fumadores pasivos.

Los cigarrillos electrónicos fueron diseñados para ser utilizados en sustitución del tabaco convencional y las evidentes ventajas del consumo en la salud de los fumadores son manifiestas. Por lo tanto, el uso del cigarrillo electrónico como alternativa al tabaco es una estrategia fiable y científicamente comprobada.

Estudios médicos

Según un estudio realizado por el Servicio de Salud Británico, el cigarrillo electrónico es un 95% menos dañino que el tabaco tradicional. Por esta razón, la comunidad médica de Reino Unido apuesta por el cigarrillo electrónico en detrimento de las antiguas alternativas al tabaco, como los parches o los chicles de nicotina.

Además, no sólo aprueban y promueven su uso, sino que están a la espera de poder recetarlos con fines medicinales a los pacientes que desean dejar de fumar. En el futuro, podrían ser recetados como instrumento para abandonar el hábito.

Uno de los estudios más relevantes que ha sido el pistoletazo para defender el uso del vapeador fue realizado por la científica Ann McNeil y su equipo. Ella es la autora principal del informe y asegura que el hecho de poder utilizar los cigarrillos electrónicos podría disminuir la cifra de fumadores considerablemente.

Una vez aceptado el hecho de que el vapeador es una forma segura para dejar de fumar, los médicos como responsables sanitarios, podrán recetar los cigarrillos electrónicos. Y esta acción tendrá un significado avasallador, ya que otorgará seguridad a los consumidores y, por ende, la cifra de fumadores y de muertes a causa del tabaco se reducirá en gran medida.

Según el cardiólogo griego Konstantinos Farsalinos, la causa de las enfermedades causadas por el cigarrillo, está relacionada con la combustión. Afirma que la nicotina no es cancerígena y que tiene efectos mínimos, incluso tal vez ninguno, en las enfermedades cardíacas. Lo que puede demostrar que el cigarrillo electrónico no es tóxico, ya que no existe combustión y, además, no es la nicotina la causante de las enfermedades.

Incluso el grupo de Joan Grimalt, según apunta el diario ABC, ha confirmado que el humo del cigarrillo electrónico es menos tóxico que el humo del tabaco tradicional. Al no entrar el ecig en combustión, no hay muchos productos de pirolisis, por lo que el producto es beneficioso.

En el diario El País, también encontramos noticias que afirman que lo que causa la muerte a los fumadores es el humo, el alquitrán y otros componentes tóxicos, pero que en ningún caso es la nicotina.

De esta forma, podemos ver que el cigarrillo electrónico proporciona a los fumadores la posibilidad de abandonar la adicción continuando con los rituales de comportamiento adquiridos por el tabaco. Y todos estos estímulos no los pueden otorgar ni los parches, ni los chicles.

Encuentro internacional del cigarrillo electrónico

Los pasados 18, 19 y 20 de Noviembre se celebró la primera edición en España del EXPOVAPE, encuentro de referencia mundial del cigarrillo electrónico. El objetivo del evento es que tanto los distribuidores, como los vendedores y profesionales del sector puedan conocer de primera mano las novedades del sector. España ya cuenta con más de 400 mil usuarios, lo que indica la sostenibilidad del cigarrillo electrónico en el mercado.

En el encuentro no sólo se han realizado charlas y actividades extra para los asistentes, sino que también se presentó el polémico y premiado documental dirigido por Aaron Biebert A billion lives.

El tráiler tuvo una gran acogida en la feria, ya que el objetivo de la película es luchar contra la desinformación, ya que esto crea confusión entre los consumidores y no es un engaño si se comunica todo de forma responsable.

En el documental se afirma que existen intereses ocultos para posicionarse en contra el cigarrillo electrónico. Tanto es así que manifiestan que, una de las razones de prohibir los ecig es a causa de los beneficios generados por los tratamientos de quimioterapia. Es por esta razón que la OMS, Organización Mundial de la Salud, ha estado totalmente en contra del mismo, ya que la implica directamente.

En la película también se expone el hecho de que las autoridades están rechazando la mejor  alternativa que tienen los fumadores para dejar de fumar y la oportunidad de utilizar un producto que ha sido desarrollado tras años de investigación e inversión tecnológica.

Estudios y opiniones

Existen muchos estudios ya realizados y opiniones de expertos de la medicina que indican que el cigarrillo electrónico es una gran alternativa para los fumadores. Pero el hecho de generar polémica con el producto, en gran medida, se debe a los esfuerzos de empresas que producen tabaco o que incluso se benefician del consumo del mismo. A raíz de este tipo de acusaciones, no se termina de entender por qué en algunos estancos se pueden comprar cigarrillos electrónicos. Es todo bastante irónico.

Y mientras tanto, las tabacaleras siguen ganando billones. Y no es la primera vez que este tipo de acusaciones se manifiestan. En países como Argentina, se han cancelado estudios sobre el tabaco que podrían demostrar los esfuerzos de las tabacaleras por generar más adictos.

Hace años, por ejemplo, se planteó el hecho de averiguar por qué hay meses del año en que se fuma más cantidad de cigarrillos. Esto se debe, a grandes rasgos, por la disminución de la nicotina habitualmente utilizada en proceso de fabricación. Son estudios que nunca han llegado a puerto a causa de los intereses de los más adinerados.

Pero lo que sí ha llegado como una novedad al mercado es el nuevo invento de las tabacaleras: dispositivos que calientan el tabaco en vez de quemarlos, por lo que se reducirían sólo algunas de las sustancias tóxicas que contiene. Las tabacaleras aseguran que es menos dañino que el tabaco tradicional, pero más placentero que el cigarrillo electrónico.

Este invento no les ha hecho ninguna gracia a los neumólogos. Y es que desde el punto de vista médico, no se puede equiparar al cigarrillo electrónico, ya que además de ser más tóxico, no es una alternativa para dejar de fumar, sino todo lo contrario. Es un incentivo para continuar fumando.

Aún hay más, no existe ningún estudio que demuestre que el tabaco sea menos tóxico al calentarse que al ser quemado. Se reconoce que la toxicidad es inferior, porque no existe pirolisis, pero eso no implica que no sea tóxico.

Y no es la primera vez que las tabacaleras presentan un producto igual de tóxico como una novedad y una alternativa al tabaco tradicional. En la época en la que salieron las alternativas light de todas las marcas de tabaco, los consumidores que pretendían no consumir productos muy tóxicos no dudaron en cambiarse a los cigarrillos light. Hoy en día se sabe que los light, en comparativa, son casi tan dañinos como los que no son cigarrillos ligeros.

En cuanto a las declaraciones de la Unión Europea, la nueva normativa comunitaria establece una legislación diferente a la del tabaco para los cigarrillos electrónicos. Descartan equiparar los vapeadores con el tabaco tradicional y lo colocan en una categoría propia. Según la ANCE, Asociación Nacional del Cigarrillo Electrónico es necesario respetar la normativa y hacerlo lo antes posible. De esta forma, la comunidad dedicada al sector podrá continuar su lucha contra la desinformación y la difamación.

Las tabacaleras ya saben que la era del tabaco y de ganar billones a costa de la salud de las personas ha llegado a su fin. Intentan diversificarse con nuevos inventos, tal vez menos dañinos, pero con consecuencias también fatales. El cigarrillo electrónico funciona y no pasará mucho tiempo hasta que las autoridades al fin reconozcan los grandes beneficios de utilizar este dispositivo. Mientras tanto, debemos fiarnos de los estudios científicos que defienden, e incluso, incentivan su uso en sustitución del tan malicioso tabaco convencional.

La única alternativa válida a partir de este mismo instante es pasarse al cigarrillo electrónico y abandonar de una vez el consumo de tabaco.